Lunes 24 de Noviembre
“El primer día de clases”
24 de Noviembre un día muy esperado pues sería mi regreso a la
escuela primaria Ignacio Manuel Altamirano a mi grupo 5 “B” un grupo muy
trabajador, responsable, respetuoso y sobre todo con un gran corazón, que
pueden vencer hasta la persona más fría, en poco tiempo se ganaron un lugar
importante en mi corazón. Ansiaba este día, para poder verlos y abrazarlos, y
estaba segura que su reacción hacia mi seria la misma.
En unos minutos se llenan sus rostros de alegría, corren a
abrazarte hasta por poco tumbarte al piso, no quieren soltarte porque para
ellos eres su maestra a la que tanto extrañaban, es un sentimiento tan especial
que te digan: ¡Maestra que bueno que regresó ya la extrañábamos! Por esas
frases a mí me encanta volver a la primaria, olvido la flojera, problemas,
incertidumbres etc. Porque ellos hacen que mi día sea mucho más ameno,
divertido y especial. En lugar de yo enseñarles nuevas cosas, ellos a mí
diariamente me enseñan algo nuevo, me sorprende que un niño de tan poca edad
pueda provocar tantas cosas en ti.
Desde un principio yo estoy consciente de la responsabilidad
tan grande que tengo en mis manos ya que 35 niños pondrían su atención en mí,
no es una tarea nada fácil. El ser maestro no es solo dictar preguntas, hacer
que contesten un libro de texto y escribir en el pizarrón, el ser maestro es
una de las carreras más importantes y difíciles ya que trabajamos con seres
humanos, tenemos que ser capaces de hacer personas competentes y reflexivos que
puedan enfrentarse a un mundo que día a día evoluciona más, poder transmitir
valores, buenos hábitos y sobre todo personas que no se rindan y logren lo que
ellos se propongan.
Entrando en el salón de clases, la maestra me saluda muy
amablemente pero no se porque sentía como un poco incomoda mi presencia dentro
del aula nuevamente, no puedo dejar que la maestra encargada de grupo es un
ejemplo a seguir, no hay persona a la que no le platique sobre ella, de todo lo
que he aprendido viendo sus clases, la manera en como se desenvuelve frente a
los alumnos, como logra captar su atención, manteniendo la disciplina en el
salón de clases, y como día a día saca lo mejor de cada alumno, pero en esta
ocasión sentía como si no quisiera que otro practicante llegara de nuevo a
observarla, talvez se siente intimidada y no la culpo, en su lugar yo también
me sentiría así, que alguien me mire, anote cosas, etc. Es muy difícil, porque
no sabemos en ciencia cierta lo que ellos piensan, es muy fácil criticar pero
muy difícil ponernos en su lugar, pero a pesar de todo trate de ser lo más
cooperativa con ella para que se rompiera esa barrera y tener unas clases en un
ambiente ameno.
Por fortuna la maestra muy amablemente siempre me sede las
primeras horas del día para poder impartir los contenidos que tengo
planificados, porque en ese momento los alumnos están más calmados, su mente
fresca para recibir conocimientos, y atienden a las instrucciones que se le
dan, entonces fue así, decidí empezar por la asignatura de Español con la
producción de Elementos de la realidad y fantasía en relatos orales (Leyendas).
Me pareció un tema sumamente interesante y que además sería de
gran agrado para los niños, porque podrían relatar leyendas que le han contado
sus familiares.
Inicie la actividad proyectando la leyenda de “La llorona” que
estaba muy bien explicada, con las luces apagadas, y un buen volumen del video,
sería una clase muy divertida, los niños estaban muy contentos, pues sus clases
preferidas con cuando utilizas la tecnología.
Entre risas y platicas se terminó de ver la leyenda de la
llorona, empecé a escuchar sus participaciones acerca de lo que pudieron
rescatar del video, con preguntas como ¿La leyenda son mitos o realidad? ¿Saben
alguna leyenda de su comunidad?
Inmediatamente todos los alumnos muy animados querían
participar, tal parece que la actividad fue de su gusto, la verdad debo
confesar que me sentí en un ambiente muy agradable, podía ser yo frente al
grupo, además ellos me correspondieron de la misma manera.
Paso siguiente era pasarlos al frente a que relataran leyendas
que fueron contadas por familiares o amigos, me pude dar cuenta que algunos son
muy buenos expositores, tienen el tono de voz adecuado además su dicción es muy
buena, otros por el contrario le temen al público, no quieren alzar la voz y
tienen pavor a las críticas o burlas, pero al final todos querían contar su
propia leyenda.
Después en su cuaderno la escribirían y le cambiarían el final
para hacerla aún más divertida, he ahí donde me di cuenta que la escritura es
un gran fallo en alumnos de quinto grado, aun cuando sabemos que ya casi están
por terminar la primaria, tienen muchísimos problemas por ejemplo cambian
letras como “j” por “g” entre muchos más, ¿Qué se puede hacer por estos niños?
¿Qué estrategias puedo implementar? Ganas no faltan, lo que falta es tiempo.
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